Cuando empecé este dibujo estaba pasando por choques emocionales, en donde cometí demasiados errores, borradores y correcciones que podría relatar que no es el único papel que usé para llegar a este resultado; en el contexto de este dibujo hay demasiadas cosas que puedo contar (casi seis meses para esto); durante este tiempo Felipe incluso llegó a un punto donde tocar un papel, tener un tiempo en soledad, respirar o meditar, haría que el día fuera ese lápiz que no consigue tener su punta fija. Amo el arte, es de mí hacer las cosas entregando una parte de mí; mi arte no yace en la perfección, pero sí en la naturaleza de lo vivido al realizarlo; «Mi lágrima en ello».
Hoy día estoy dibujando a una mujer que ciegamente ha confiado en mí, que admira mi arte, que ha sido voz de aliento para mí y mi familia; te regalo con mucho gusto un dibujo que he hecho en medio de una pequeña e importante parte de mi vida; señora Soraida Mora psicóloga y ejemplo de ser humano.